No es novedad para nadie que el 2020 está siendo un año difícil, pero no queremos hablar de las dificultades porque ya se ha leído y escrito mucho sobre eso. Queremos contarte de las fortalezas que tenemos porque compartiendolas, quizás te inspires un poco a seguir este camino
Este proyecto ha tenido varios idas y vueltas. En Febrero, justo antes del COVID, accedimos a un fondo para un proyecto de pequeña escala gracias al Gobierno de República Checa. Nuestro proyecto iba a ser Santa Rita, la parte más emblemática de Alto Perú.
Alto Perú empezó siendo una escuela de surf gratuita para niños y niñas que viven en un contexto de riesgo social. Diego Villarán, tras el pedido de varios niños que lo veían con tablas de surf, decidió llevarlos a compartir este maravilloso deporte.
Siempre hemos amado las buenas conversaciones. Escuchar a las personas es parte de nuestro ADN, y todo nuestro trabajo empezó en base a la escucha, que nos llevó a atender el pedido de un grupo de niños para ir a surfear.
Hace más de siete años empezó la escuela Alto Perú Muaythai. Desde el inicio el foco es usar esta arte marcial, y el deporte en general, para formar en valores a los niños, niñas y jóvenes que se unieran, para de esta forma unirnos a través del deporte.
Nuestras intervenciones inician con procesos colaborativos de diálogo con las comunidades. Así, usamos métodos de diseño participativo con la finalidad de promover el apropiamiento de los procesos y de los espacios a ser transformados.